En la vida existen pocas verdades absolutas, decir que a nadie le gusta pagar impuestos es una de ellas.
Es común escuchar gente quejarse de los impuestos que paga, o no estar satisfechos con el destino que se les da a estos, sin embargo, ¿cuánto sabemos de los impuestos?, a continuación, un panorama general acerca de esta materia por demás interesante.
Primeramente, decir que contrariamente a lo que piensa la mayoría de la gente, no todo lo que pagamos al Estado son impuestos, también pagamos derechos, aportaciones de seguridad social, y en menor medida contribuciones de mejoras y aprovechamientos.
La obligación de contribuir para los gastos públicos se establece en la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con la prescripción de que ésta debe ser de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Por su parte, en el artículo 2 del Código Fiscal de la Federación se definen las contribuciones que existen, siendo estas:
- Impuestos, por ejemplo, el impuesto sobre la renta (ISR) o el impuesto al valor agregado (IVA).
- Aportaciones de seguridad social, por ejemplo, las cuotas obrero patronales que se pagan al IMSS, o las aportaciones al INFONAVIT.
- Contribuciones de mejoras, la única que existe actualmente es la relativa al uso, aprovechamiento, explotación, distribución o descarga de aguas en obras públicas de infraestructura hidráulica.
- Derechos, por ejemplo, el pago por la expedición de copias certificadas a las dependencias públicas, el pago por la expedición de pasaporte, el pago por la expedición de cédula profesional.
- Por su parte, el artículo 3 del mismo código tributario define los aprovechamientos, por ejemplo, las multas por no presentar declaraciones o presentarlas a requerimiento de las autoridades.
Como ciudadanos debemos estar conscientes que hay pocas cosas inevitables en la vida, como la muerte y pagar impuestos, por lo que, lo importante es buscar que nuestro pago de impuestos sea lo más óptimo posible, pero, siempre conforme a las disposiciones legales con el objetivo de no poner en riesgo nuestro patrimonio o peor aún, nuestra libertad.